A ti muerte

Santa Madre del último aliento,
amante esposa de mi pensamiento
tu belleza púrpura, tu manto etéreo
cubren mi alma, arropan mi cuerpo.

¿ por qué apareces tan bella a mis ojos?
¿ por qué tan dulce tu sensual sonrisa?
porque al mirarte nunca tengo prisa
ni bajo mi rostro y te miro de frente.

Me extasía tu celestial figura
tu negro cabello tus formas sutiles
rutilante como las estrellas,
virgen como una doncella
delicada como una princesa
parece tu porte de regia consorte
amante serena y fiel novia eterna.

Amarte querría y fundirme contigo
en sensual abrazo.
Besar tus labios y unirlos con los míos
mortales y sabios.
Decirte cuanto te quiero,
supondría un libro entero.

Enamorado de ti,
amante fiel y sincero
desde aquel preciso día
que te presentaste a mí
como mujer, como diosa
vivo sin vivir en mi
para vivir en tu seno.

Sueño tranquilo y sereno
porque duermes junto a mí
porque tu cálido aliento
invade mi pensamiento
penetra todo mi ser.

Has perturbado mi mente
has turbado el sentimiento
porque sin querer queriendo
me he enamorado de ti
vivo sin vivir en mi
soy esclavo de tu suerte
y sin haberlo elegido
soy el novio de la muerte.

 

Saludos arucard, que tengas una excelente noche, y ya sabes que de todos modos por aquÍ andamos visitandonos.

 

Mis respetos, poeta. Un grandioso poema.