A un amor prohibido

Divagar en la penumbra del olvido;
oler las rosas con devoción inmaculada
para recordar el último beso clandestino
que nos dimos, aquella madrugada.
Aquella madrugada naciendo en la tempestad
de decirnos adiós, aún queriéndonos.
Tener que renunciar el uno al otro
por ser de mundos paralelos.

No por ser aliens, ni alguno dios, o de otro templo.

Tu eres mi amo y yo tu fiel siervo.
Yo una nada sin nombre ni abolengo
adorando al señor de nombre supremo.

Pero ¡ay, como saben los besos!
Sus labios de carne pletóricos de mis besos
Su lengua rebosante arrancándome un te quiero
Sus caricias palpitantes tanteando mi universo.

El amor no entiende de clases
¡Como quisiera gritarlo!
y pintarlo en los papiros.
Decirles que cuando se ama
las manos tantean al cielo;
el alma no ama a una piel por ser de oro
ni por ser azul ,el fluido de su bombeo.

Pero ellos no saben
¿Cómo podrían saberlo?
si los rubíes de sus ojos
buscan el zafiro de otros cuencos.

¿Cómo podrían saberlo?
los que nunca han amado
a un pájaro
-desde un charco-
muriendo.


Sara Montaño
Derechos Reservados
Código: 1206161819515

 

Una poesía increíble, es de una belleza increíble y sublime.

 

Tienes una maravillosa forma de enlazar los poemas Sara es muy especial... hermosamente especial
Besos y estrellas
Eva