A un espejismo

Mientras tú y yo hablábamos del amor
y nos revolcábamos de placer
en la sórdida pensión de alquiler
que alentaba el fuego de un sueño traidor.

Y sentíamos del vicio. . . el sabor
y el peligro por las venas correr,
cuando al otro lado de nuestro ser
inclemente se desata el dolor.

Entonces cual deslumbre de conciencia
la verdad aparece ante mis ojos:
Franca, abierta como umbral sin cerrojos
donde libre ha vivido mi demencia.

Miro al cielo y suplico su clemencia
por no poder resistir mis antojos,
y ser esclavo de tus labios rojos
siendo a la vez pecado y penitencia.

Busco firme asirme de la verdad,
pero la verdad me niega su mano
y perdido y sin rumbo hacia el arcano
me dejo llevar por la soledad.

Y ahí abrazo de nuevo la frialdad
de tu cuerpo que tengo tan cercano,
pues se que todo esfuerzo será en vano
para borrar nuestra infidelidad.

Y me deleito en falso regocijo,
saciarme del vacío desbordante
que tu cuerpo me brinda cada instante
que de tu ardiente pasión me cobijo.

Y queriendo encontrar sendero fijo
a este absurdo juego de ser tu amante,
me doy cuenta que lo único constante
fue siempre la mentira que se dijo. . .

Le mientes a tu esposo que lo quieres,
me mientes al decirme que me adoras:
lo se porque te he visto cuando lloras
en silencio pues tú también te hieres.

¿Lo quieres? Aunque a diario me prefieres.
¿Me adoras? Tan sólo unas pocas horas,
pues lejos estamos de las auroras
que descubrirán qué es lo que tú quieres. . .

Miento a mi amada por estar contigo.
Miento al decirte que no me importa ella,
pues no existe la famosa querella
que la hará por siempre enojarse conmigo.

Y se que mentir merece castigo:
pero la traición se torna tan bella
cuando es posible tocar una estrella,
sea que a ella o a tí una mentira digo . .

Entonces llegando casi al cinismo,
vuelvo hacia tí mi perdida mirada
y juro: Sin tí la vida no es nada,
sólo que ésta vez me miento a mi mismo

pues en la ceguera de mi egoísmo
creo haber hecho mi mejor jugada
al tener tanta dicha asegurada,
cuando lo que tengo es. . . un espejismo.

(Junio 08 y Julio 13 de 2010)

 

Excelente, la mentira del poeta es su verdad, el poeta no sólo se confiesa, se acusa y sonríe: en el poema.
Mis felicitaciones poeta, por la delicada rima, te confieso que no podría escribir así, sólo escribo verso suelto o verso libre. Pero te admiro.

 

Ya revise varios de tus escritos y me parece excelente el retrato que de la realidad haces, es un estilo mordaz y acertado y eso es algo que yo he buscado desde que me inicié en este mundo de la poesía y que aún no consigo pero que admiro mucho en ti.
Gracias por tus palabras.

 

Wow, vaya historia! Digna de reflexión. Cruel realidad en tus versos pero excelente testimonio y gran poema. Un gusto leerte!

 

Jsosimar una profunda visión de la realidad, con sus devenires...con nuestra inseguridad, con la mentira para protegernos.
Pero la infidelidad, rompe la confianza y la pasión se enfría.
¿Porque como estar seguros ya, de un arrepentimiento sincero y que no se volverá a sufrir?
Reconocerlo es el camino para la sanación, siempre que sea el alma la que dirija, nunca
la carne, siempre que el amor sea ante todo espiritual y luego carnal.
Ello impide la infidelidad, pues EL AMOR, le da la espalda, la pasión no.
Un poema pleno de contenido y calidad.

Saludos. Pili

 

Querida Pili, a veces yo mismo me quedo asombrado de lo que unas humildes letras que han salido de mi creación puedan generar tan hermosos comentarios, un placer y un honor tus palabras