A un niño pastor de las Montañas Simen.

Como un grito del hambre
me asaltaron tus ojos
de la nada.
Sin embargo
tu mirada
tan llena de esperanza,
de aquel que todo da
sin pedir nada,
me mira sin decir-es mi mirada-
el canto de un mañana embravecido.
En medio de la nada, tu mirada,
que pide, sin pedir, mi compromiso,
me mira tu mirada-me traspasa-
y arranca de mis letras
ese grito,
que es el grito del hambre en tu mirada,
o los ojos de un mañana embravecido.​

 

No se puede decir mucho, una queda noqueada, que ojos más limpios. Qué mirada!!!! Se ven pocas así, las de otros niños tal vez. Un beso Azul.

 

Parece un traba-lenguas al recitarlo, mas al comprenderlo dà su mensaje sobre la inocencia de los menores del mundo, en la esperanza de que puedan encontrar un futuro acogedor a sus desesperanzas, esperemos que tu mensaje llegue a los que nos gobiernan, y todos los entes mundiales, que tienen que ver con ellos, felicitaciones, te saludo. Afro-Toasa.

 

Gracias Elena. Un abrazo.

 

Conmovedora la mirada del niño y conmovedor el poema. Magnífico, Azul. Siempre un placer perderse en el jardín de tus versos. Un abrazo.

 

"Como un grito del hambre
me asaltaron tus ojos
de la nada."

En el universo hay mucha hambre
de amor
de comprensión
de lealtad
...de alimentos
y esperanza


reflexivos versos.


Aplausos y estrellas desde mi orilla de mar


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