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A un transformador

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por Emil, 11 de Junio de 2014. Respuestas: 0 | Visitas: 878

  1. Emil

    Emil Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    23 de Noviembre de 2012
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    Indefenso,
    solitario,
    gris,
    recostado sobre el cielo
    azul
    de la maÑana
    cuando la grÚa, claro,
    mÁs fuerte que tÚ,
    por el momento
    te levantÓ
    hacia el cielo
    para transplantarte
    a tu lugar de orÍgen.
    Estabas triste
    quizÁ por la partida.
    No tomabas conciencia,
    casi
    que te alejaba para llevarte
    hacia el torrente
    de la energÍa
    transformada.
    Llegaste a mi
    en una tarde
    y me dijeron: EstÁ herido.
    Una tremenda puÑalada de luz,
    perforÓ el corazÓn de tus bobinas.
    El bramido de tu medio
    lo decÍa.
    Y en el crujido de abejas
    dejabas el lamento
    de tu herida.
    Te levantÉ;
    estudiÉ tu cuerpo
    de robot
    y mis manos acariciaron
    tus conductos;
    y tus venas de cobre
    ensombrecidas por el fuego
    en silencio,
    retorcidas,
    fueron mudos testigos
    de tu herida.
    DespuÉs,
    cobre y martillo,
    vendas y tacos,
    golpes en los dÍas
    del taller.
    EncintÉ tus estructuras,
    calentÉ el aceite
    y recostÉ tu cuerpo,
    tiernamente,
    y cual fantasma
    producto racional
    del hombre dominante,
    fue descendiendo
    hacia la cuba.
    Hoy te marchaste.
    MaÑana te verÉ
    en la columna de un tendido.
    Me pararÉ debajo
    para mirarte.
    Y de tu altar,
    dominador del rayo,
    transformador de la potencia,
    compleja maquinaria,
    alma mineral,
    cuerpo metÁlico,
    dentadura de radiador,
    guardiÁn conservador
    de la energÍa,
    payaso con sombrero
    y con paragÜas,
    curioso con ventana de poeta,
    me sonreirÁs
    dÁndome gracias.
    QuizÁs, por la partida.
    Y esa tarde,
    tÚ te quedarÁs:
    Me irÉ yo.
    Hacia mi vida.
     
    #1

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