A una sirena blanca

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Ya, mi sirena duerme, con los besos del mar​

y a las olas se entrega, ¡despeinada y bonita!.​

el viento suavemente la mece, ¡ella tirita!,​

¡siente el orgasmo azul en su dulce soñar!.​

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Sobre las aguas quiere, la alegría encontrar​

del amor y la gracia, ¡la magia que amerita!​

vivir eternamente con la pasión que excita​

al puro corazón que sólo busca amar.​

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Ella posa, de día, sobre la mar ¡desnuda!​

y ante céfiro viento su pasión estornuda.​

(El gozo quiere hallar del placer infinito)​

Y despertar sintiendo cosquillas en su alma.​

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¡Ay, sirenita hermosa, cuánto océano en calma​

por ti navegaría, prodigando mi grito!.

04-11-2013​

 

Su poesía huele a mar y se agradece. Como de costumbre nos deja una delicia para la lectura.

Bellas imágenes compañero, un afectuoso saludo.​

 

Bella poesía admirable, un trabajo extraordinario.
Desde Mar del Plata, abrazo fuerte al corazón.

 

Un bello poema le has escrito
a esa sirenita blanca.
Ha sido grato leerte.
Saludos cordiales.