A una tutora ejemplar

(Este poema va dedicado a mi tutora de inglés, quien tanto me ha enseñado.) (Fue recitado en clase.)

Querida tutora,
tras de tí se esconden
los saberes ansiados,
el éxtasis de la sabiduría,
el saber intelectual
y la glorificación del
lenguaje extranjero.
Tras de tí, nacen las rosas,
el dulce olor fragante
que emanas tras tu apoyo
como tutora.
Tras tus palabras y tu
fuerte estimación,
glorificas la asignatura
del lenguaje inglés.
Eres como una madre,
como una amiga,
como una compañera
que nos ayuda en todo
lo que es posible.
Pero, sobre todo,
eres nuestra profesora,
nuestra tutora,
la dama que nos
enseña lo que es
el bien y lo que es
el mal,
lo que es correcto
e incorrecto,
lo que es la vida
y lo que es
importante,
para vivirla.

 

Me alegra saber eso compañero Alde.
Para mí, ella es y siempre será una amiga, compañera, educadora y madre que trabaja por el bien de todos nosotros.
Saludos cordiales.

 

Este poema es un sincero homenaje a la figura de la tutora, vista no solo como guía académica, sino como una presencia transformadora en la vida de los estudiantes. A través de imágenes cálidas y elogiosas, se reconoce su papel fundamental en la formación intelectual, moral y emocional. Más allá de enseñar una asignatura, ella es amiga, inspira, acompaña y deja una huella profunda, convirtiéndose en símbolo de sabiduría, afecto y orientación en el camino del aprendizaje y de la vida.

Saludos cordiales

 

Totalmente.
Siempre se debe rendir homenaje a esas figuras académicas que han dejado una huella imborrable en tu vida estudiantil.
Saludos cordiales amiga Rosa.