A veces me llaman

!Ay¡ A veces me llaman,
flores negras en la esplanada
que cuando el Sol les da de lleno
marchitan en oscura cascada.
Me llaman con las palabras
huesos de perro viejo,
cocidas en vil puchero
de la ignorancia y la falacia.
Mira quién viene,Padre,
por las tierras de Granada
lleva sucio el sombrero
y vacía la mirada.
Polvo acre en los hombros,
nieve gris en los bolsillos,
se sienta bajo un olmo
suena en su oreja un grillo.
¿Cuál será la vida llena?
de la que esconde dulce verso,
anda errante sin veleta
son sus ojos color hierro.
Aunque piense en el destino
al olmo pide consejo,
éste dice en un susurro:
hijo,camina recto.

 

Pues sí.
Debes hacerlo.
Es como navegar.
A veces, cambiamos el rumbo.
Nos dirigimos a otras metas.
Abandonamos un oficio.
Procuramos el bien, desde otra perspectiva.
Buscamos otro modus operandi, y modus vivendi. Nos mudamos.