A ver, contra la pared pibe

Los Fal enfermos:
apuntaban lo ancho de mi espalda.

Las sucias botas:
separaban mis piernas a patadas.

Las roncas voces:
daban asco con el "vamos, carajo".

Mi adolescente:
no entendía de mercenarios.

El terror:
que un cuerpo frío, llegara a mis padres.

Un horror:
que ni un cuerpo frío, llegara a mis padres.

El temblor:
de mis brazos apuntalando las paredes.

Mi edad:
diez y seis años, apenas cumplidos.

Las ganas:
tener un arma, bajarlos a tiros.

Los autos:
siempre pintados de verde.

Un odio:
ver placer en esas miradas cobardes.

Sus hijos:
no saben de la crueldad de su padre.

Dos amigos:
habitan un espacio de desaparecidos.

Los sueños:
interrumpidos, por los indignos.

Veintiún letras:
A ver, contra la pared pibe.

El deseo:
tener ese FAL entre mis manos.

Una acción:
apuntar al cielo, y descargarlo.

No quiero:
ver al enemigo rendido en mis pies,
a cualquier precio.

Yo prefiero:
dar la oportunidad de una batalla,
esa que los traidores no me dieron.

 

Durísimo, triste, intenso y doloroso este poema que compartes. Un tiempo, un hecho, muchos muertos, muchos desaparecidos. Demasiado dolor que aún nos duele. Me gustó el final de tu poema, allí marcas la diferencia. Gracias por compartirlo.

Un beso.