Abrazados

Cuando apoyo mi cabeza en tu pecho,
los latidos de tu corazón son la brujula acompasada
que es de mi sueños almohada,
y da a mi vida sentido y razón.

Cuando mi piel se hunde en tu piel,
el mundo desaparece,
nada más existe.

Cuando tus manos me acarician,
nada puede salir mal,
es imposible estar triste.