Abrir los ojos

Se despertó en silencio percatándose
de que había dejado de ser pobre
porque había renunciado todas sus necesidades.

La clarividencia había llegado a él
como llega el sol a las montañas al amanecer
iluminando su frente y abrazando la luz sin sus brazos mover.

No se sentía superior a sus hermanos;
se sentía parte de ellos y a la vez ajeno,
inmerso en su propio universo
y a la vez consciente de que todo ser vivo,
todo hombre, todo árbol,
era en sí, un universo nuevo por descubrir.

Se despertó, agradeció con los ojos,
y supo que desde ese día estaba listo para morir.

 

Es valiente su escrito, lleno de imágenes y pasión...

 

No te había leído pero encuentro grandeza en tu poesía, bellas imágenes que disfruto, saludos cordiales.

 

Felicitaciones, un poema para reflexionar, saludes, mis mejores deseos.

 

Desde luego llevas razón en publicarlo aqui, en Fantastastico. No todos tenemos ese Don...amigo. ABRAZOS