Aceite de oliva.

Yo soy tú.
Pero luego, no me acuerdo de dónde están los botones.
Necesito aplastarte, porque estás hecho de barro rojo.
Eres un nuevo Adán, y sé de qué pie cojeas. Te zambullo en el lodo, y te mojo.


Vas por la ciénaga pestilente, tapándote la nariz, y procurando no sentir náuseas.


Caminando en fila india, con esos seres que actúan en el sin-fin de Maña, o China.
Ese Continuum Tremendo de los súper-universos, que son como burbujas.
Y se expanden o se contraen, mas no al unísono.
Es bello contemplarlos.





El Yin y el Yang, de luz y calor, y obscuridad frío.


Conocimiento y Sabiduría, responsabilidad y prudencia. Y yo me río.
Porque debes aprender artes marciales.
Dios te lleva por unos caminos que no creías que conocerías.
Te pone al límite. Dentro del gimnasio, haces flexiones y abdominales.


Le pido a Dios que te parezcas un poco más, a Bertín Osborne.





Le pido a Dios que sepas hacer el amor bien, como en esas películas Porno.
Le pido a Dios, que no cejes en tu empeño, por conquistar la Luna.
Y le pido a Dios que me vaya bien a mí, en el negocio del aceite de oliva.
De la aceituna.

 

Ese Continuum Tremendo de los súper-universos, que son como burbujas.
Y se expanden o se contraen, mas no al unísono.
Es bello contemplarlo.
Te pone al límite. Dentro del gimnasio, haces flexiones y abdominales.


Le pido a Dios que te parezcas un poco más, a Bertín Osborne.

Espero no parecerme a Bertin Osborne. A todos nos ponen al límite. Pero a veces nosotros nos marcamos los límites y barreras, por miedo, desconocimiento, cobardía..

 

Oye me parece a mi que le pides muchas cosas a Dios, no. Bueno es cosa vuestra.

 

Gracias, amiga.
Dios es mi amigo.
Es como tú.
No es difícil hablar con él.
Se parece a un cantante de Valencia, llamado Nyno.