1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Aceptar

Tema en 'Prosa: Filosóficos, existencialistas y/o vitales' comenzado por Vicent, 10 de Septiembre de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 811

  1. Vicent

    Vicent Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    20 de Agosto de 2011
    Mensajes:
    241
    Me gusta recibidos:
    20
    En la fascinante aventura del vivir, nos enconttramos con multitud de acontecimientos. Acontecimientos que nos provocan alegría: recibir un regalo, obtener la licencia de circulación, enamorarse, recibir un elogio sincero...; otros acontecimientos que nos dejan indiferentes: alguien nos pregunta la hora por la calle..., pero también otros que nos provocan dolor: la pérdida de un ser querido, una deslealtad, un accidente que dejó secuelas, una enfermedad...
    Estas situaciones no deseadas inicialmente nos producirán tristeza: nadie quiere ser engañado, ni quedar en silla de ruedas; nadie desea pasar por una enfermedad, ni tener que acudir al funeral de una madre, de un esposo o de un hijo. Pero hay algo que sí podemos hacer para no aumentar el dolor, para eliminarlo o incluso para tranformarlo en algo profundo, y es aceptar.
    Un dolor puede ser desgarrador, puede herir e incluso puede matar lentamente si no es aceptada la situación que lo provoca.
    La situación no deseada primero nos provocará rechazo, sentiremos rechazo hacia ella. Y es ahí donde debemos intervenir, evitando la lucha. Nunca debemos luchar contra la situación, primeramente porque de nada sirve, y segundo, porque nos pejudica.
    No luches, no te resistas a lo que ya es. Acepta la situación. Acéptala. No la odies, no luches contra ella, acéptala. Nuestra tendencia natural es al rechazo, pero si nos mantenemos en él por mucho tiempo nuestra alma se resentirá, y estamos aquí precisamente para cuidar de ella, para cuidar de nuestra alma. Esa es nuestra responsabilidad.
    En cambio, si aceptamos, dicha situación puede convertirse en nuestra aliada, y puede convertirse en una oportunidad para el crecimiento como nunca habíamos sospechado antes.
    Aceptar una situación no deseada es reconfortante, liberador, e impide que te siga dañando.

    Si algo puede ser cambiado...hazlo; lucha, lucha por ti, y levántate tantas veces como sea necesario; pero si una situación no se puede cambiar...puedes hacer algo que no sólo la cambiará, sino que la transformará, y es ACEPTAR.
     
    #1
    Última modificación: 11 de Septiembre de 2011

Comparte esta página