Adelantamiento del varón.

No había asideros ya, para nosotros.
Nos resbalábamos en el tobogán acuático de color azul.
Deslizándonos, involuntariamente, hasta la piscina final; la línea de llegada.
Para después, tomarnos un refresco de naranjada o de limón.


Tu madre estaba bien guapa y yo te di la mano.


Mis padres me entregaron un bocata de jamón.
Los galardones, nos llegaron a media tarde.
Por portarnos tan bien, junto a la playa, cayó un chaparrón.
A decir verdad, en toda la Costa Tropical llovía a cántaros.


Nos besamos. En la mejilla, y nos despedimos. Luego, en Invierno, nos escribimos alguna carta.


Yo te contaba cómo me iba en el colegio privado; uniformado.
Ganaba, jugando al tres en raya y a las canicas.
Pero había bromas que no comprendía aún.
El mundo de los adultos se estaba instalando entre nosotros, y yo no quería romper el cascarón.





¿ Y tú ? ¡ Dónde estás ! ¿ Qué te has puesto, para vestirte ? ¿ Doncella ?


Creció.
Y creció.
Y maduró, y ahora, trabaja en un banco.
¿ O es una caja de ahorros ? No sé. Yo sigo arrancándoles pétalos a las margaritas.

 

Muy lindo poema ! Me gustó mucho !

Saludos cordiales !

 

Gracias, Cri Ma.
Yo siempre me he considerado más ventajoso que la mujer.
Pero recientemente, me estoy dando cuenta de que soy un muchacho...
Y que eso no tiene cura.