Adiós a un amigo

Adiós a un amigo

Pasé la noche entera recordando
su talante jovial y su nobleza,
y, así, los viejos tiempos añorando
buscando consuelo a mi tristeza.

Las horas se alargaban infinitas,
mi noche parecía interminable,
las penas se aliaban con mis cuitas
haciendo mi dolor insoportable.

Me despedí, naciendo la mañana,
entre jirones de plomiza niebla,
aterido de frío por la espera
y el cansancio pintado en mis ojeras.

Junto a su tumba, fría y desolada,
con mano trémula y turbia la mirada,
dejé dos crisantemos en la tierra,
postrer tributo a su amistad sincera.



​

 

Triste pero bello poema. La pérdida de los amigos duele .Yo no sé a qué amigo perdido le dedicas tu poema Alberto o es una ficción poética. Un abrazo.

 

Afortunadamente es todo pura imaginación, querida amiga Paloma.
Gracias por tu interés.
Un abrazo

 

Ese dolor ha quedado plasmado desde el alma, una inspiración de profunda desdicha al expresar tan grandiosa y perdida amistad. Un abrazo poeta.

 

Profundos y sobrecogedores versos amigo...
Te ha quedado bello...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Conmovedoras letras nos dejas en esta inspiración en honor
a esa despedida de una sincera amistad, con un cierre que
llega al alma del lector con mucha sensibilidad.
Ha sido un placer poder pasar por tus letras y leer tus letras.
Te dejo reputación merecida. Besos y un abrazo. Tere