Adiós, amor, nos veremos en la otra vida...

Con gran tristeza y lágrimas en manos
os contaré mi lucha por un amor
que al parecer, fue muy lejano,
mas yo llegué hasta el trágico final...

Me encontré un día, soñando con vos,
de hermosura y grata compañía fue,
de tu voz de ángel y bellos besos,
de mi gran amor por ti, y profundas miradas...

Dejamos de hablar, y me fui a soñar contigo,
mas fue mi desgracia: ¡habías desaparecido!
pregunté a todos tus conocidos, pero no había testigo,
Y mi alma de desvaneció en un mar de desesperación...

Me desperté un día, añorando tu bella imagen
y me encontré a Lucifer proponiéndome un trato
"vos que amáis a esta joven, os invito al origen
de todo dolor y pecado, para salvarla y ser vuestra"

Yo, con el corazón en el puño, pregunté:
"¿Cual es la trampa, cordero perdido de Dios?"
el, con una risa tenebrosa, dijo me:
"tu alma si fracasas en tu misión"

Yo acepté, y me dispuse a encontrarte.
De los relatos de Dante me surgió el recuerdo,
y siniestras figuras sacadas con malas artes
mi alma quisieron devorar con lascivo apetito...

Tu voz me llamaba, y surgió un destello,
Fui presto a tu auxilio, y te encontré:
en un círculo de llamas y me dirigí hacia aquello,
y satán, a mi lado dijo me con soltura riendo:

"En mis dominios reinan mi voluntad,
de aquí pasarás solo quemándote,
y pasarás sin ayuda alguna de cualquier deidad.
Solo así lo conseguirás, y créeme, no será fácil."

Con paso ligero me aventuré dentro del fuego,
el calor me quitaba la piel a tiras, y el dolor,
insoportable, fue llevadero por el premio luego.
Conseguí pasar de aquello, y me arrastré hacia vos.

Dolorido y afligido, conseguiste una sonrisa a mis labios.
Fue del demonio, que en cólera alzada, dijo con despecho:
" Aquello que amas lo tienes aquí, pero no ha sido de sabios,
arriesgarte por alguien que no te quiere ni te recuerda"

Comprobé si fue cierto, y vos no quisisteis mirarme:
Lucifer me preguntó: ¿Ahora que haréis, valiente perdedor?
Le miré con odio, os miré con dulzura, y dije firme:

"Mi alma por la de la chica, es mi decisión firme como el acero "
Rió el demonio, y vos ascendisteis hacia una luz, donde vuestra vida estaba...
Al mirar hacia atrás, solo os pude decir, entre la oscuridad : "te quiero"
llevo me lucifer a una eternidad de sufrimiento, pero no bastó.

Hoy compongo estos versos mientras los demonios me torturan,
y al pensar en todo lo que vos me ofrecisteis en vida,
os diré sin duda que cualquier herida profunda se cura.
Adiós amor, disfrutad de la vida, que es un regalo del cielo...​