Adios mi a mi pequeña villa.

Verano cálido en las playas de Balerma,
el sol nace de la montaña por la mañana
y en el ocaso el sol se difumina en el agua.

Playa inmensa de arena infinita
formando una dulce melodía
las olas contra la arena

Pescador... que buscas en esta playa,
aquí los mejores peces donde los halla,
el atardecer pinta tu caña de anaranjada
formando una impresionante estampa
entre el mar, el atardecer, la arena y tu caña.

Imposible imaginar esta hermosura,
el castillo en el horizonte hace guardia
y en la anochecida tus luces ilumina
tu gran muralla.
Al sentir que me marcho de esta villa
me llena de profunda melancolía
pensar en no volver pisar esta playa.

 

Que bello poema y es que cuando en cuentras un lugar como este ya sea villa,playa o una montaña como duele dejarlo y hay! como se extraña

 

Gracias a todos por vuestras dulces palabras compañeros.