Adios...

Me enteré que decidiste
cerrar el libro para siempre.
Que escribes el epitafio,
con sentencia inapelable,
en una cama de terapia.

Hoy te perdono todo.
Que hayas roto mi corazón
cuando amar era un vuelo
y la vida comenzaba,
con verdes sueños proyectados

Hoy te perdono todo.
Que tu vida haya transcurrido
sin recordar mis besos
ni apreciar mi espera
o valorar mis manos.

Hoy te perdono todo.
Que tus días fueran de otro,
que no fueran mías tus risas
ni tus tristezas compartidas
y hasta mi rostro olvidaras.

Hoy te perdono y no me esfuerzo
Es más, nada de eso ya me importa.
Mi vida fue feliz en otros brazos.
Mis hijos: los del amor verdadero
y mis sueños sobrevivieron.

Pero hoy no puedo perdonarte,
porque aunque me esfuerce no lo logro,
dejarte ir con mis recuerdos,
desprenderme de mi historia
y que tu muerte me la robe.

Es que aún sin estar eras motivo
para desafiar día a día mi destino,
con cada paso perdido y cada caída sentida,
sigo ganando todavía
sólo para demostrarte que podía

 

Què poemazo amigo, de verdad es de lujo...
te perdono todo..

Hoy te perdono todo.
Que hayas roto mi corazón
cuando amar era un vuelo
y la vida comenzaba,
con verdes sueños proyectados

Hoy te perdono todo.
Que tu vida haya transcurrido
sin recordar mis besos
ni apreciar mi espera
o valorar mis manos.

Hoy te perdono todo.
Que tus días fueran de otro,
que no fueran mías tus risas
ni tus tristezas compartidas
y hasta mi rostro olvidaras.

pero hasta la muerte el recuerdo hablarà, un placer leerte

 

Bello y profundo, con gran sentimiento, no todo se puede perdonar... un placer el leerte. Un saludo!!!

 

Me encantó mucho el poema estimado marco, linda forma de plasmar los versos aunque en el fondo es un poema triste, pero así es la vida... sigue así poeta, un gusto leerte

 

Gracias azulaurora. Tu comentario adquiere más valor después de leerte. Un gran abrazo

 

Grato leerte...te felicito!!
Me identifico con el poema-un saludo

 

Princesita: Es el mismo dolor que expresas en tus escritos, pero después de todo. Después de una vida. Después del amor. Más allá de la distancia. Encontrando que todos vamos a morir aunque creamos ser eternos y es precisamente al borde del abismo donde dimensionamos la grandeza o pequeñez de quienes nos acompañaron en el viaje. Nuestro viaje.
Un gran beso

 

Gracias gustavo raul.

 

Recibir un elogio e identificación de alguien que, en forma tan concreta y precisa, plasma exactas sensaciones del alma, no me alaga... me incita a seguir manchando la nada con mis pensamientos. Gracias Laura