Adivinanza (soneto "gamberro")

Hola. En mi segunda contribución al portal recupero un soneto que escribí hace muchos años en el que propongo, como digo en el título, una adivinanza. Es un soneto un poco "gamberro" (pero no me im-PORTA ;-) sin otra pretensión que la de sacar una sonrisa, construido a partir de un verso de Juan Ramón Jiménez que aparece en cursiva. ¡A ver si lo acertáis! Saludos.


Cantar he la grandeza de tu porte,
de tus crines lustrosas la belleza,
que apoyada sobre ellas mi cabeza
no hay distancia ni tiempo que le importe.

Dejaré que tu marcha me conforte
y tu fuerza me guíe con presteza;
que tu ya larga vida de nobleza
laureles muy gloriosos te reporte.

¡Oh vetusto arcoiris amarillo
que llevaste mi alma tantas veces
surcando el horizonte como el rayo!

Y orlado sobre él de puro brillo,
auriga celestial, te me apareces
a lomos de tu séxtuple caballo.

¿Qué es?

 

Me inclino a creer que se trata del caballo de una calesita o tiovivo,
un saludo,
Eduardo

 

Muy buen soneto, amigo con el aliciente de que incita al curioso en adivinar lo que esconde esa adivinanza a varias relecturas.
Lo que te dice Eduardo (un caballito de tiovivo) tiene cierto sentido pero no creo que sea eso; yo he pensado en si te referirás al Sol personificado en el dios Helios, aunque ese llevaba un carro tirado por cuatro (y no seis) caballos.

Ese verso incrustado de Juan Ramón viene perfecto en esa estrofa.

Mi felicitación por este trabajo poético que me ha gustado mucho.

Saludos cordiales.

 

Gracias por vuestros comentarios. No es el caballito del tiovivo, ni el sol mitológico... Esperaremos algunos días más antes de dar la solución.

 

Es una constelación...

 

Venga, Prcantos, que me tienes en ascuas...!

 

Vale, lo cuento ya.

Cuando yo era estudiante estuve varios años en el Convervatotio de Granada. Allí los guitarristas formamos un buen grupo de amigos. Éramos jóvenes y sólo teníamos un par de coches. Uno de ellos era el de mi buen amigo Antonio, un Dyane amarillo ya viejo con un motor de 6CV que sus padres le habían dejado para ir cada día desde el pueblo a la ciudad, y en el que me llevó "tantas veces"... Una vez para su cumpleaños le regalamos matrículas nuevas europeas, de las de la banda azul, y yo compuse el soneto.

Así que la solución es: el Dyane 6 de mi amigo Antonio.

 

Pues estaba sencillísimo... no sé como no lo hemos adivinado todos a la primera...

 

Bueno, también valía decir simplemente un coche... ;-)

 

Lo de que apoyabas la cabeza sobre sus crines lustrosas como que me despistaba un poco...

 

Prcantos es la primera vez que te leo y me deja maravillada tu escritura llena de talento y buena rima,marga

 

Muchas gracias por tu comentario. Saludos.