Adivinejo 2 (adivinanza ovillejo)

Adivinejo

con ventanas hacia el suelo,
yo huelo,
y no solo me respingo,
distingo
el buen del mal alimento
y siento
si estás presente en el viento,
porque mi cuerpo lo asume
cuando pasa tu perfume,
yo huelo, distingo y siento.

Eduardo León de la Barra
Febrero 2012

 

EDUARDO

¡Adiviné!

¡La vecinaaaaaaaaaaaa!

:::banana:::

Un saludo cordial​

 

La verdad es que tiene narices este ovillejo. Cada vez los pone usted más difíciles y para más inri, si nos tomamos las licencias de las sinestesias, se podría incluso contestar 'el alma'. Me da a la nariz que tiene truco. Luis

 

Yo quiero adivinar,
dónde dejé
mi cerebro.

besos mi algodoncito

 

jajaja, estimado Guillermo, me has hecho reír,
no es la vecina,
pero me doy cuenta cuando pasa, jajaja,
un abrazo,
Eduardo

 

Muy bien Luis, estás en lo cierto;
no hay truco,
son las narices, que huelen, distinguen y sienten, con sus dos ventanas hacia el suelo,
seguiré pensando estas nimiedades, que me divierten,
un saludo cordial,
Eduardo

 

¡Muy bueno Eduardo! Pero para mejor noticia, Luis ha inventado un nuevo formato de respuesta encubierta...

somos chiquilines a veces...

abrazo

 

Eduardo
pues iba a decir la nariz que percibe y nos permite discernir, pero ya han acertado
así que dejo mis líneas, como testimonio de que he pasado.
felicitaciones y un abrazo
Ana

 

jejejeje, La Nariz....
besos, Eduardo
Rosario

 

Muchas gracias querida Marián, por tu simpática visita,
no te pierdas,
un abrazo,
Eduardo

 

jajaj, no creo que esta adivinanza te pueda, estimado Antonio,
trataré de hacer otra más acorde a tu percepción;
a veces el árbol nos tapa el bosque;
Gracias por pasar,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Gracias Arquiton,
es buena idea, sugerir una respuesta para no revelar la solución,
pero en este caso es tan sencilla que la adivinas antes de terminar el texto;
lo de chiquilines es cierto, gracias a Dios,
un saludo cordial,
Eduardo

 

Muchas gracias querida Ana,
tu visita es un placer,
un abrazo,
Eduardo

 

Bien!, querida Rosario,
es la nariz,
un abrazo,
Eduardo