Afrodita

Tantas veces escuché
después de la fría derrota,
después del amargo silencio;
tantas veces me encontré
con gente que me decía
que no era importante la victoria,
que lo más importante era participar,
que casi me conformo,
que casi me duermo con el cloroformo
de las palabras de consuelo y
te dejo marchar, avanzar sin mí.

No quiero participar en tus conversaciones,
no puedo aceptar que mis ojos se vean vacíos y
luzcan apagados por falta de brillo solar.
No esperes que te deje partir.
Quiero ser conversación en tu boca,
pintura de tus labios,
palabras que tu lengua articula,
sonidos que tu garganta dibuja;
podría aceptar que las estrellas y la tierra y el mar
sin remedio morirán porque es ley de vida...
pero no puedo aceptar que sólo seas una ventana
que se abre por momentos de mi vida,
no lo puedo aceptar porque sencillamente...
tú eres mi vida.

Tu presencia ilumina mi mirada;
tu mirada de fuego incendia mi alma
que se confiesa mitad de tu alma de amor.
No esperes que te deje ir
así porque si, sin presentar batalla
reina de mi corazón y mi pasión.

Te adoro con locura,
te quiero sin mesura
y quiero luchar por ti
y quiero vencer al mundo entero
en la pugna por tus labios.
Quiero elevar mi voz al cielo
para que la oiga DIOS y
responda a mis amargas súplicas y
me conceda tu cuerpo y
me regale tu alma y
me deje hacerte feliz y
quererte para toda la vida.

 

Muy bello tu poema de amor.
Hay talento del bueno en tu arte poético

mis estrellitas

 

Waou muchas gracias por tus palbras, son sin duda aliento para mÍ. un abrazo desde mi rinconcito del mundo y desde el corazón.

 

Vaya amigo Roberto, pareces dispuesto a presentar batalla poética. Tus credenciales son impresionantes. Nos ofreces un poema apasionado que se lee con mucho interés. Te deseo toda la suerte del mundo. Luis