Agonía

Era blanca...era blanca...
tan blanca como la sal
y en color de cera virgen
se le ha trocado la faz.​

Los ojos tiene marchitos,
apagados, sin fulgor,
profundas, negras ojeras,
son la prueba del dolor.​

Los antes negros cabellos
color ceniza semejan
y su piel, antes tan tersa,
está llena de grietas.​

Sus rojos labios de fresa
son de color violeta,
el dulce olor de su cuerpo
ya no es de aroma a menta.​

Ya no tiene quince años
que tiene casi cincuenta,
mi compañera se muere...
¡ Yo quiero morir con ella!​

 

bella forma de agonizar en sus letras, sería ideal revisar unos detalles, placer leerle

 

Hola Angel, debe ser terrible que muera el compañero (a) de toda una vida. Triste lamento tu poema. Saludos.

¡SONRIE!

 

Gracias mujerbonita. Es pura ficción. Mi compañera sigue a mi lado desde hace 38 años.

 

Sentidas letras, con un final muy fuerte. Honores a tus letras.

Saludos!

 

Gracias Jorge,Marian.