Agua.

Después de haber leído, de haber conocido la brevedad de la nada lo absoluto del todo
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Puedo escribirte que ya no sé muy bien nada de lo que sabia antes, antes de ti, antes de mí, antes del tiempo.
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Y supongo que es así como es.
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No hay nada fijo todo fluye en él ahora,
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somos agua que se edifica y rocío que se precipita
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en forma de vaho en donde tu dibujas con un dedo
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tu corazón que es mi norte,
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aunque yo ya no era nada y nada importo,
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todo se tornó justo y correcto
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porqué el mundo sabía que había sido testigo de cómo se marchito
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después solo quedo el mayor acto de arrepentimiento ante el mayor acto de pérdida.
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Aún así el pasado se hizo piedra quieta
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que no movería toda el agua que el absurdo universo contiene
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ni tan siquiera, aunque toda ella convergiera como un mismo vector en un mismo tiempo.
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A veces te imagino como una criatura de unos 15 o 20 centímetros,
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como un piquituerto que vuela al contrario de como vivió siempre hacia arriba,
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lo que yo era ya no soy, soy remolino que arremolina el agua en mi y en torno a mí,
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soy de la forma que una vez me confesantes que yo era.
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Y supongo que es vital todo ello, todo esto,
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por que cuando todo se vuelva olvido y el rocanrol que una vez sonó sea silencio
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saber que todo fue vivido y sentido

hará pequeño todos los eones de la nada que nos envuelve.​

 

Un precioso vuelo a las profundidades de la esencia amigo... sensibles versos...
Un gusto leerte... espero te encuentres bien de salud tú y los tuyos...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy