Ahora

Ahora, que el ayer no está,
que la tormenta pasó,
que la vida me guiña,
y me soborna con una mujer,

me recompensa hablandome suave,
me adormece cuando llega el dolor,
me distrae cuando llega la pena,
con labios de mujer, y qué mujer!

es entonces que sale el niño,
caprichoso, remilgoso, resentido,
rechaza y reniega las bondades,
ensimismándose en dolor,

en el pecho se recuesta,
a oir el latido penetrante,
dulce, de esa mujer más aún,
mientras el niño insistente,
inmaduro,
golpetea la piel,
logro ver y sentir en mí,
un vapor de ilusión y alegría,
tan nuevo,
ese color que llevo dentro,
que promete y quiere salir,
quiere compartirse, y recibir,
de otros, la misma sensación,

recordar el pasado, su dolor,
pero renacer de este,
a cada suspiro enriquecer,
de dulces sensaciones, y anhelos,
de fuerza inquebrantable, y consuelo,
poder romper el tedio, cuadrado y duro,

mientras gana guerras esto,
pienso,
qué me pierdo, todo ello afuera,
que mis dedos no alcanzan,
o no quieren alcanzar,
mis pupilas no abarcan,
o no quieren abarcar,
tanto color y sabor,
movimiento y fervor,
pasión y sentimientos encontrados

espero poder, espero querer,
espero saber
cómo vivir
y sentir todo aquello.

 

Inauguro tu poema y aprovecho para darte la bienvenida.
Buen comienzo, sigue así.
Un beso.

 

Graciass! qué linda, muy amable. =)

 

Bienvenido, sigue así, que me ha encantado tú poema, suerte.

 

está hermoso, un despertar muy prometedor, felicidades!