Ahora

He roto el montón de cartas
que he escrito y que jamás leíste.

Una explicando cada lágrima
que se deslizó por mi rostro,
muchas otras explicando
cada sutil palabra forzada
que pronunció mi boca.

Expliqué el porqué llovía
esa noche que de rodillas
me dejaste cerrando tu puerta.

Las tantas noches
que triste esperé
pegada a mi ventana.

Escribí tantas cartas
que mi lapicero
agotó la tinta.

Que mil tachones
en mi diario quedaron
manchando los versos
que mi poca cordura
decidió saturar.

Que fuiste el creador de mi sonrisa
y el causante de mi tristeza...

Se que ninguna de mis cartas
jamás llegará a tus manos
y que ninguna de mis palabras
serán pronunciadas por tu boca.

Pero las palabras se ahogan en mí
y al ver un papel en blanco
siempre me invita a escribirte...

 

, siempre una relación amorosa causa una sonrisa y una tristeza

 

Él se lo ha perdido
estimada compañera,
pero de todas formas
no rompas las cartas,
guárdalas
y seguro que con el tiempo
incluso te ríes un poco
cuando las leas de nuevo.
Un abrazo.

 

La escritura puede ser una salida de emergencia. Bonito poema Rosenkranz. Un abrazo. Paco.