Aire amarillo y veloz

¡Detente, más por los pasillos no corras!
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Hasta el último rincón de polvo llenas.
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El color del aire amarilloso tornas.
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Cansado en la silla o casi muerto en un lecho
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con gotas quemadas pasea por músculos hambrientos.
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Pasa sin titubear después de los últimos gritos
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hirviendo en soledad, revelando los hechos....
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Y otra vez suspira el calor por tiernas manos frías
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que dibujando ciegas luces entre cerradas ventanas se vacían.
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¡Deja de correr por los pasillos de este mundo!
¡Deja de aplastar con los pies negros e inmundos!
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Gran poema, maravilla de letras sobresalientes.

 

un grito al sol y su arte,
abrazos a la distancia
Denn