Aire

Aire.





Temperatura templada bajo un cielo raso quieto como niño catatónico

con perfumes y esencias impregnando todo el espacio cómplice.

Los ropajes son sedosos y los movimientos sinuosos y furtivos.

Sonrisas esquivas aderezan los esquemas compartidos,

Donde el tacto acicala a las dermis infatuadas,

Postergando el álgido relevo tras un momentum de jadeantes marejadas.


Es el momento de chupar,

Arriba la hora de bregar un quehacer nada decoroso

Justo aquí en los contornos del bochorno.

Cierra los ojos y entrégate a mi dicha

Releva tu voluntad y accede entera a la deriva.

La vida acaba en este instante,

Conten el aire y se paciente durante laxos minutos

Abre la boca e inhala en desespero

Mientras el extásis arriba en desenfreno.

Has descubierto un nuevo acto trascendente,

Anoxia al cielo en placer de eterno presente envolvente.

Juego peligroso de incierto desenlace,

Adictivo para los anhelantes sin presencia.

Adictivo para los corruptos sin esencia.

Si pasas la prueba, si atraviesas las ansias fulminantes,

Y no ambicionas recrear una visión de cielo manufacturado.

Felicidades.

Has adquirido la Intimidad de cariz formidable.

Vínculo extremo, te ha revelado tu verdad inevitable.​