Aiza.

Sobre su propia tumba escribe,
a la vez espectro a la vez ave pequeña,
de odios,de silencios,de padre y madre
escupidos con petróleos,
con hiel,con sarna,con ponzoña,
desterrados de una vez indeleble
del peñasco que no late,
de todo aquello pisoteado y maldecido cuenta.

A las sombras de la noche
,entre Cipreses y osarios,le canta
y su verso desconoce de musas,de infancia,de fuegos...

Sordos quejidos de la pesadilla en su vientre
sobre el hierro de su mortaja,
tiritan como siervos sin techo.

Ave pequeña o espectro, nunca amanece
y su luna de viruta parece de cuagulos.

Aiza.

Sergio Ariel Ibarra y sus demonios.

 

Un belleza. Como la autora; pura, real, entera. Os felicito las obras, a ambos.

 

Maravilla excelente de divinas letras preciosas.

 

"Madre y padre escupidos con petroleos" es una manera perfecta para describir no solo a mi, sino a muchisimas personas. El petroleo es la energia que te han dado y tu se lo devuelves al mundo que te ha criado, aunque ellos no lo reconozcan (aunque ellos no se reconozcan) bebo y escupo el mismo petroleo. Con el soy sucia, sin el soy nada.

Muchas gracias por este poema, nunca me habian regalado algo asi, algo que me gustara.

Siempre a la noche, contandole todo a la nada, ella\eso mas digna de ignorarme. Aunque ultimamente por primera vez veo gente interesada en lo que cuento. Eso me hace sentir... confundida...

 

Buen tema; es bastante artística tu poética
Saludos cordiales

 

Versos magníficos de brillante calidad, soberbia inspiración divina.