Ajena voluntad

Crece la hiel en dulces fragmentos del tiempo
espacios reducidos a un abrazo o un te quiero
aburrida condena de encadenarnos en recuerdos
como cuadros colgados en el aire
como caballos galopando sin jinete.​

Deseos de usurpar el futuro fingiendo ser un presente sin miedos
mal augurio de anhelos,
desesperanza invertida en la desviación de nuestras miradas
como pasar a la par de una caricia y obviar su significado.​

En el preludio del accionar se acicala primero el interés
que profetiza valorarte antes que ceder.
Un desenlace prófugo del menester de los sueños
alejado del bramido de un horizonte que añora amarse con el cielo
sacándose espinas como jueces del pasado
llorando promesas firmadas con tu voz. ​

 

me gusta tu poema, felicidades

un abrazo fuerte