Al borde de la sima

La poca fortaleza que queda en mí,
dice que debo dejar de pensar, soñar o imaginarme,
encuentros o circunstancias contigo.
Otra vez tengo que apilar todo eso,
meterlo en un cajón sumamente sombrío y oculto,
colocarle un letrero afuera que diga,
“no abrir, nocivo para salud y alma”.
Y aunque me hables en sueños y susurros,
tengo que dejar de interferir en tu vida y decisiones,
cada uno siembra su destino y cada quién merece lo que tiene,
¿O no es así?

Cómo es que tantas personas malas, embusteras de por vida,
siguen felices, la capciosidad nunca fue su amiga y
continúan haciendo mal a quienes supuestamente aman,
la dicha y suerte les toma del brazo, no los suelta…
entonces como es que esa frase no se aplica,
haciendo todo bien, crece el mal y cosas dañinas suceden,

Qué es lo que debo esperar para que se quite todo,
qué debo pensar para que todo se evapore,
qué debo hacer para que lo bueno perdure alguna vez.

Tengo grabados todos tus pasos después del caos,
cada día de lloriqueo y reuniones eufóricas…
Soy una vagabunda de los recuerdos amargos que dejaste,
afligen todo mi entorno, me hacen querer rendirme,
de este nuevo despertar que sinceramente a veces
no le encuentro, no le veo ningún sentido…

La angustia no se va a ningún lado, solo se esconde,
me cubre los ojos con sus manos, pero deja sus dedos entreabiertos.

Y eras todo lo que yo amaba,
todo lo que creía y pensaba,
estoy en el límite de una sima,
el que separa dejarte atrás y buscarte,
sólo para que me recuerdes que soy la única que ronda tu mente,
sólo para que no se me olvide que soy la única que has amado,
y para recordarte que por tu culpa estamos ajenos y
completamente obsoletos.

 

Uyss, estado de pelos en punta ... agonico, no quiero estar en tu pellejo, eso confunde, duele,mejor no sigo. Un abrazo.