Al corazón de un ciego (vídeo-poema)

Besos chiquita.

 

Mi querido amigo te felicito.
Tus poemas siempre llenos de belleza y excelencia.
Un abrazo.

 

Que rico verte de regreso por estos lares mi querida amiga poeta. Un abrazo!

 

Bellísimo POEMA Raúl, que el amor regrese a ese ciego, urgente que ese clamor conmueve. Abrazos

 

para nutrirse de tu talento poético... estos magníficos versos...
excelente e integro trabajo Raúl.

mis abrazos australes

Ramiro

 

Cuanta tristeza ver vuestro comentario y haberlo pasado por alto. Descansa en paz amigo mio, hoy llora el poeta y la poesía.

 

Este poema es realmente encantador,
es de esos que me hacen entender el por qué me gusta tanto la poesía clásica.
Un placer pasar por aquí,
un abrazo.

 

Después de una larga ausencia regreso al foro, donde todo se inició. Es bueno estar en casa, gracias mil Marina.

 

Hola Raúl!

encantada de escuchar este romántico-nostálgico poema. Excelente la declamación y la letras.
Me dio gusto oír de la voz del poeta su creación con ese sentimiento tan profundo.

...

 

Gracias mil Lucía por tu amabilidad y gentileza. Un abrazo hasta tu lugar del mundo.

 

Gracias Azul, perdona mi torpeza al no contestar tu comentario con anterioridad. Un abrazo, aunque tardío, sincero.

 

Perdona la tardanza en responder Antonio, te agradezco el comentario que nos obliga a tratar de seguir haciendo un mejor trabajo en esto que respiramos, escribimos, y llamamos poesía. Un abrazo poeta.

 

Entre los cofres ocultos por el tiempo, se encuentran maravillas como esta.




Al corazón de un ciego

Hoy me juegue en la cara, el calor de tus besos,
de aquellos labios presos, que a mi cárcel llevara
y un bolero de Lara nos convierta en su fuego.
Tiempo al tiempo yo ruego –y al reloj se detenga–
y si hay amor que venga, al corazón de un ciego.

Hoy me encuentre el amor, consumido en tus horas
y en lágrimas que lloras, muera lento el clamor,
sea azul el color, de la sangre en tus venas,
donde escondan las penas de unos ojos perdidos,
donde puedan latidos, remover sus cadenas.

Aunque me falte aliento, de tus manos caricias,
de aquel cuerpo delicias, te buscaré en el viento,
en el sordo tormento de un dolor sin sosiego.
Hoy desde mi alma entrego, la vida aunque me pese
y si hay amor regrese, al corazón de un ciego.