Al estar muriendo

Desciende el conteo.
Por minutos se hacen menos los latidos que siento en el pecho.
El aire escasea, se enfría mi piel.

Desciende el conteo de latidos, siento morir, que me embriague el oxigeno, que se calme mi sed.
Enmudece el dolor, se resigna el cuerpo,
Más aire falta, estoy muriendo.

Cerrar los ojos, volar sin llegar, cerrar los ojos
Abrigar la agonía, luchar por despertar.

Violento galope del corazón que falla, quemando todo hasta la espalda.
Abrir los ojos, no es un sueño,
Que me despierten, estoy muriendo.

Descontar latidos, desvanecer, muriendo está quién sabe qué.

 

Bello es tu poema aun dentro de esa lastimosa melancolía que inundan tus versos, a veces se siente desfallecer y los latidos parecieran agonizan todo pareciera infértil y muerto ciertos sucesos en la vida nos abren la puerta al dolor y la una agonía, pero también debemos ver que nos da muchos aprendizajes y nuevas oportunidades de encontrar la felicidad y dar amor, difícil es pasar esa circunstancia mas aun así debemos actuar con amor sentimiento que cura y hace milagros en la vida, a diario morimos pero sublime es renacer. Te doy una cordial bienvenida y te dejo un cielo de estrellas para que abriguen siempre tu corazón en ellas mis mejores sentimientos un placer estar en tu espacio.

 

muy bello poema, me gustanlas muertes de no se qué

unabrazo

 

Gracias, desde el corazón...

 

Soñabas, pero ¿en quién? para encender la muerte.....

Gracias por el maravilloso poema...
En tus manos, las palabras son perritos corriendo a acariciar tu pluma.

Gracias por la lectura...