Al faro de Quequén

Vigía tenaz, enraizado,
implacable frente al horizonte.
Explosión de sol aún en la borrasca;
domador de tormentas y de rachas.
Timonel estoico de oleajes y bajeles
tripulados por los silbidos
navieros de los vientos.
Tus alas de luz rozan
los confines del universo
y señalan, temblorosas, el camino.
Eres cielo por encima
de todas las tempestades,
adorador de cirros y celajes.

Eres candela y pájaro
surcando el ocaso adormecido.

En homenaje al Centenario del Faro de Quequén, localidad de la Provincia de Buenos Aires. Argentina. (2021)

 

Muy bonito homenaje. Un abrazo con la pluma del alma

 

Muchas gracias por leerme siempre y por comentar, Alde! Saludos...

 

Muchas gracias por comentar, José! Saludos..

 

Es un precioso poema. Un abrazo

 

Muchas gracias por tu comentario! Saludos...

 

Muchas gracias, Bristy! Y me alegra saber que mis letras te han recordado tu poema que tienes guardado... Ojalá que pronto lo compartas! Abrazo...

 

Los faros siempre tan bien plantados, guías en el horizonte para los tripulantes de los mares y sus olas.
De luz anda compuesto este poema, Zulma, y de trayectos con sus guías.
Un saludote desde estas costas.

 

Mar y pampa
tal vez nació para alumbrar
tanta planicie sola.​

​

 

Muchas gracias por tu comentario, Alonso! Así es, tal cual lo expresas... Saludos desde Argentina...

 

Hermosa foto y hermosas letras! Muchas gracias, Gustavo... Saludos!

 

Ojalá cada faro narrara sus historias.
Un saludo, Zulma.

 

Y tendrían tanto para contar... Muchas gracias por comentar, Good! Saludos...