Al fin de cuentas

Al fin de cuentas

¡Hay amor! llévame a tus rosales florecidos
esos que brotan de tu pecho,
¿Porque los escondes de mis ojos? porque no permites
que me deleite su perfume,
no importa que la fina espina me hiera y sangre mi alma
al fin de cuentas para mi sufrir es nada.
He sufrido tanto en esta vida que ya estoy acostumbrada,
una herida más pronto sana
déjame probar el néctar que sabe a miel y a ternura
aunque sea locura.
Llévame al cielo en tus brazos y que pase el tiempo en tu regazo
puede ser otro fracaso,
pero sí he de sentir mariposas y tocar el manto azul con mis manos
es porque he ganado.
Aunque te vayas para siempre de mi vida en la nube del destino
he de seguir mi camino,
recordando cada día que las rosas de tu jardín eran para mí, con todo y espinas.

 

Muy bello, la eterna dualidad del amor, felicidad y sufrimiento, me encanta leerte amiga myriam. Abrazote vuela. Paco.

 

Excelentes versos que enganchan al lector. Me alegra haber detenido mi tren en tu estación para disfrutar de la lectura de tú generoso poema. En él derrochas sentimientos que llegan hasta lo más profundo del alma.
Tendré que poner, a partir de ahora, tu estación como parada fija en mi recorrido.
Un placer amiga Mirian.
Un fuerte abrazo desde los cielos poéticos de este halcón.