Al Invierno

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Al Invierno​

Pende desde el alero, en tejas rojas,
el hielo estalactítico en cristales,
se vierten tiernas perlas en las hojas,
con la niebla de nimbos celestiales.

Frío portas, Invierno, y me acongojas,
ya te anuncian los trinos de zorzales,
si en el íntimo hueso te me alojas
me muerdes cual manada de chacales.

De congelado filo tú me arrojas
no alfileres helados, no, ¡puñales!
que lanzas a mis carnes y sonrojas
a mi sufrida piel con tus glaciales.​

En estas fechas de calores flojas
echo de menos zonas más australes.
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Nota:
"Estalactítico" es evidentemente un neologismo que propongo para decir lo que quiero expresar ahí; creo que este vocablo, que no sé si alguien habrá usado antes, cumple perfectamente con el significado que quiero dar a ese verso.

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Muy bien, Juan Ramón. Tú que habitas las islas afortunadas y no tienes que soportar inviernos tan rigurosos como los de Granada, nos brindas un soneto "escalofriante". Celebro el inmejorable, aliterado y descriptivo verso

con su neologismo muy bien puesto en su sitio (una palabra inventada con esa sonoridad y ese significado tan contundente es un acierto, aunque no esté en el DRAE). Me ha hecho recordar aquel soneto inolvidable de Miguel Hernández "Por desplumar arcángeles glaciales / la nevada lilial de esbeltos dientes / es condenada a llanto de las fuentes / y al desconsuelo de los manantiales" (soneto final de "El rayo que no cesa").

Y también me gusta el verso "semigongorino"

Gracias por este soneto que he disfrutado tanto, aunque yo soy rotundamente veraniego. Saludos.

 

Gracias por tan buena opinión que me dejas Luis.
El exceso de proyectos puede producir estres, ¡cuidado!, y cuidado también con el móvil que se está convirtiendo en algo muy absorvente. Discúlpame por estos consejos de madre protectora pero, por decírtelo con un título reciente del cine español, "es por tu bien", jajaja..

Saludos, amigo.

 

No dispongo ni de tiempo ni de capacidades, para visitar el foro, ni para componer; ni siquiera para pintar.

Hace ya muchas lunas que no disfrutaba de tu buen versar y este soneto me ha encantado y me ha dado mucha envidia.

Mis aplausos, estimado Juan

 

Colgará el hielo de las tejas,pero no en mi espíritu que se llena de calor al leer tan precioso soneto, marga

 

el frío posee la cualidad de "conservarnos" y prolongar nuestra estadía en este mundo. Saludos cordiales para ti jmacgar.

 

Magnífico soneto inspirado en el invierno, ha sido un placer la lectura. Un abrazo amigo

 

Ha sido un verdadero placer leer este comentario tuyo, LigiA, que tiene siempre ese toque tuyo personal tan cercano y cálido.

Como ya es costumbre en mí, no te sorprenderá saber que hay bastante de impostura en este soneto porque por fortuna en estas islas hay un clima bastante benigno durante todo el año; en invierno raramente llegamos a los 12 grados (sobre cero, naturalmente, jajaja) y en verano podemos aproximarnos a los 40 en días de mucho calor, pero las temperaturas mas normales oscilan entre los 18º y los 30º a lo largo ded toso el año.

Te podría decir también que el soneto me lo inspiraron las imágenes que lo ilustran (al estlio del foro que con tanto acierto llevas) pero tampoco sería cierto porque la verdad es que las fotos las hallé después de hacer el poema.

Te mando un fuerte abrazo con mi agradecimento por tu visita y comentario.

 

Yo también soy rotundamente veraniego, Pablo; si lees mi respuesta a LigiA verás que, efectivamente, esta es otra impostura más de las mías. Yo no he sufrido nunca tales temperaturas extremas aquí salvo en el año y medio que estuve trabajamdo en el Observatorio Astrofísico de Izaña (una inolvidable experiencia).Loque sí te diré es que soy muy friolero y cuando nieva en las cumbres del Teide y montes aledaños lo noto enseguida, aunque vivo muy alejado del lugar en donde cae la nieve.

Gracias por esa cita que me dejas de Miguel Hernández, es muyhermosa.

Un cordial saludo.

 

¡Muy bueno, Juan!
Redondos los tercetos, compañero. Y qué bella la palabra «nimbo»...

De congelado filo tú me arrojas
no alfileres helados, no, ¡puñales!​

 

Hermoso soneto, bien describe el inclemente invierno, yo en particular no lo conozco pero ya me aterra luego de leerte ja ja, sobre todo por eso de los puñales y la mordida de chacales, si ya con 12 grados estoy temblando, no quiero imaginarme debajo de cero, obviamente acostumbrados a zonas tan cálidas, ese invierno me resulta terrorífico, me gusto eso de "estalactíticos", aparte de todo el poema en su preciosa descriptiva, saludos Juan.

 

Un paisaje gélido, pero sin duda bello, muy bello con tu hermosa expresión poética.

Pende el pulso de la vida, adormecido, pero latente en cada yema que encapsulada de esperanza, espera el cálido beso de luz de un nuevo despertar...

Pues no nos queda más que echar leña al fuego, jejeje.
Un gusto acompañar tu bella inspiración a riesgo de congelar la mirada.
Alegre paz.
Vidal

 

Gracias Marga, por tu mensaje y por ser tan fiel lectora mia.

Saludos cordiales.

 

Sí, Sergio, se dice (y creo que no es leyenda urbana) que a Paul Newman le gustaba meter la cabeza en un cubo de hielo el tiempo que pudiese aguantar; eso le mantenía la piel joven y estirada. Es cierto que el frío conserva. Será cuestión de irse a vivir a un iglú.

Gracias por pasar y por tu comentario.