Al menos espera a que me vaya

Un día, cuando al fin de aquí me ausente
recordarás tu noche que solía
postrarte de rodillas, penitente,
rogando absolución; mi compañía

en el claustro del alma residente
sin un rayo de luz, antigua guía.
Sin siquiera saber lo que se siente
llorar un nombre como yo lo hacía.

Esparce pétalos en vez de flores
a pies delcalzos sobre el suave césped
que sepulta al guardián de tus temores.

Con otra fe, con otro frágil huésped
ni sueñes, sola, con cambiar actores.
¿Podrás cantar los salmos con tu résped?


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Triste y apesadumbrado soneto que muestra un abatimiento, bien logrados versos.- Saludos.
Miguel.

 

Te agradezco la visita, Miguel. Un abrazo.