Al pueblo de Israel

Abierto el Mar Rojo se retiraron las sangres
y entre ellas cruzaron los diablos
en su marcha para refundar otro infierno.
Llevaban con ellos sus almas de jeremías,
lamentaciones eternas al dios del castigo.
Y mientras tanto los ángeles eran granos de arena,
soles y noches y silencio.
Aún así, impenetrable la conciencia,
la sabiduría de contemplar misericordias.
Muros en las mentes devolviendo el eco de sí mismos,
multiplicación del ego y negación de lo Otro.
Y aferrados a las historias ficticias, el mundo,
el resto que miraba las llamas de un fuego de cavernas
dentro de una cueva de ignorante avaricia.
Cuéntame un cuento de trenzas mientras
machacas y rompes y partes y matas
todo lo que cruza tu camino imparable
hacia la meta del indudable Apocalipsis
de vosotros y los avernos creados
a lo largo de los tiempos de lo oscuro.
Interminable el paso entre las aguas sangrientas.
Infinita la orilla tras los párpados ciegos.
Inalcanzable la paz si se niega
que esta es el arma del Dios verdadero.
Imposible talar tanto cuerpo que brota
de los miembros de inocentes descuartizados por Satán.
Dios no se cansa de mostrar el sendero
donde la luz pasea lógica y clara,
tranquila y en paz y en sosiego.
Pero negáis sentar a vuestra mesa al inocente,
al pobre analfabeto que se ha de enseñar
y repartir con él una tierra que no es de nadie más
que de toda la Humanidad.
Cortaros las manos de oro
y de ellas emanarán dedos y carnes y huesos.
Luego Dad y cruzaréis de una vez
el Mar que separa los reinos del bien y el mal.

 

El diablo querido amigo
ha cambiado de cuerpo
y ahora ha tomado el de ese pueblo maldito que no podrá limpiar
la sangre de sus manos ni con toda la lluvia del sur como cantaba Victos Jara.
Ya pagarán sus crímenes,
ellos y todo aquel que le apoya.
Un abrazo.

 

Creo que es tiempo de paz, señor Eladio, o por lo menos de intentar alcanzar la Paz entre todos porque la humanidad está demasiada avanzada en armas para continuar jugando con el Apocalipsis. Aunque es una idiotez hablarlo o escribirlo, pero como hoy tenía cobertura de Internet y no tenía nada más que hacer escribo una vez más.

Un abrazo, amigo,

 

Lo mejor que sabe hacer la humanidad es inventar diferencias para dividirse, y así perder su humanidad.

Siempre habrán estas situaciones en mayor o menor escala, mientras el ser humano siga renegando su individualidad, llenándose la boca de igualdad a medida que crece su dependencia a pertenecer a manadas, haciendo de su razón de existir una constante competencia contra otras manadas... Ya ni por sobrevivir, solo por inercia, porque ya nadie sabe el porqué de generar conflictos...

Si cada uno se ocupara de ser como individuo y dejara ser a otros, no seguiríamos matándonos entre nuestra misma especie, en nombre de nuestras manadas, solo para terminar siendo ganado... Cada vez hay más ganados y menos humanidad.


Besos!

 

Cierto, señoro Ro, somos manadas de lobos y deberíamos ser ovejas. Pero no es así. Palabras al viento que no van a ningún lugar. Pero bueno, por intentarlo que no quede.

Un abrazo.

 

Ni manada, ni ovejas...
Las manadas son territoriales y existen para sobrevivir a otros depredadores, el ganado es iluso y cómodo; vive para ser explotado y luego devorado. Lo que ambos tienen en común es el no pensar, unos actúan por instinto salvaje, los otros no actúan, por ceguera y comodidad...
No somos animales, sino individuos, y todos diferentes, tener un grupo de pares no nos hace igual a otros.
Si pensáramos por nosotros mismos y fuéramos quienes somos, y dejáramos esa misma libertad a los demás, no digo que obtendríamos la utopía de una coexistencia donde todos compartamos este enorme planeta...
Ya es tarde para eso... pero dejaríamos de tener más conflictos, y le quitaríamos poder a los que se encargan de "segmentarnos"; dividirnos y clasificarnos, para cumplir sus ambiciones y caprichos propios y egoístas.

Compartir no es igualar, es respetar y aceptar lo que corresponde a cada quien... Vivir y dejar vivir, con lo que se tiene y se puede... Con lo que nos toca y con lo que debemos compartir.

Ese es el problema de las guerras, creen que pueden apoderarse de lo que nunca fue ni será suyo, sino del planeta.

Espero haberme explicado mejor.
Abrazo, para ti.

 

Con respecto al poema me reservo el comentario Evano, creo que hablar de Israel sin comprender toda su historia es complicado, algunos prefieren juzgar y que paguen unos por otros, en muchos países se vive todos los días diferentes guerras en otros campos, de cierto cuantos abortos no se hacen y cuantos muertos llevan mucho más que los que matan las guerras, la paz es nuestro único aliado, podrá el hombre cambiar? me baso en el comentario de Ro es una utopía a mi entender, todo la filosofía del hombre se vuelve nada ante las verdades de nuestra propia conducta, sea en guerras o en otras cosas que cada día se ven a nuestro alrededor.Saludos

 

Ya la entendí, señora Ro, de principio. Pero quizás sea desgana mía por escribir y comentar otra vez lo que todo el mundo en el fondo sabe.

Creo que el tiempo de analizar debió acabar hace siglos y solo queda luchar por la paz de una vez.

Un abrazo.

 

Señora Brise, como dije arriba, creo que no vale la pena hablar. Cada uno, cada pueblo, sabe perfectamente las atrocidades que está cometiendo.

Se la saluda.

 

Sra me hace lucir mayor... puede decir Brise si prefiere, al parecer ni me entendió...

 

Sí la entendí, Brise. Repito: Cada uno y cada pueblo sabe perfectamente las atrocidades que comete. Que las calle o las cambie por cosas materiales es asunto de ellos, de cada uno de ellos. ¿Me entendió usted?