Alba

Los brillos del cristal en mi vaso,
la canción lenta en la penumbra,
el cuerpo deseado es un dibujo virtual,
frente a mí, inmóvil como un tigre a la espera.

Me habla, Luis, su voz de metáfora no eligió bien las palabras
o yo no sé interpretar los símbolos. Carmen me mira, irónica,
hace tiempo no era una esfinge, era carne y ansia, luz y vida.

¿Otra copa, Ángel? Ángel soy yo, aunque no tengo alas,
ni habito en una nube, ni cumplo los mandatos de ningún Dios (o eso creo).

Las bromas entre nosotros, las risas, el automóvil de Quique mal aparcado.
Hacia dónde, chicos. La madrugada agota su sed, la claridad en los ojos de Jessica.

 

De las pocas cosas que realmente lamento cuando me faltan tiempo y ganas de estar más activa en el portal, es no poder dedicarme a estar presente en todas tus obras, amigo.
Te sigo leyendo y valorando esa capacidad tan tuya para conmover.
Leerte es un encuentro con la emoción bien narrada y hecha poema.
Un abrazo con la admiración de siempre.

 

Un poema que reboza su belleza de forma delicada y lleva al lector por un sendero de emociones. Me encanto leer tu obra Ramon, siempre es un placer. Que tengas un bello diciembre.

 

Gracias, Cecy. Es un lujo que me leas y comentes. Abrazos.

 

Gracias, Laly, por tus amables palabras. Un abrazo.