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Alejandro Paz - De todas entre todas

Tema en 'Poemas de Amor' comenzado por alejandropaz, 27 de Enero de 2008. Respuestas: 0 | Visitas: 1066

  1. alejandropaz

    alejandropaz Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    27 de Enero de 2008
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    Alejandro Paz
    De todas, entre todas.

    Soy en ella y por ella, mil reproches.
    Un secreto derramado a medio vaso.
    Le facilitó mi caminar sobre la arena,
    la noche besada por mi poesía,
    y las fieles aguas deslizadas bajo mis pies.
    Porque me busco un nuevo escondite.

    La tengo prevista de un lado,
    y por ese mismo,
    se desvanece sin dejar rastro,
    duda ella ingenua, si podre encontrarla
    donde es distinta, como no se deja ver.

    Ella es una conjetura. Un pecado inventado.
    Una noche no cancelada, ni capturada.
    Ella es un lamento que no se lamenta,
    y un roce de manos cuando sucede.

    Ella es un sol, una luna o una estrella,
    siempre que exista ese riesgo.
    Y en mí, un menguado abrazo después,
    después de todo,
    un calmante para esta noche ya calmada.

    Ella es como una noche de sexo,
    sin quitarnos la ropa.
    Es una silla, un sofá o una cama,
    cada vez que sienta esas ganas.

    Ella es un dulce muy costoso,
    es una lluvia y un cabello mojado.
    Es un sábado por la noche,
    y un domingo por la mañana.
    Es chocolate en los labios.

    Es un silencio entre guitarras,
    y los alaridos de los que las tocan.
    Es un idioma desconocido,
    que bien me lo conozco.
    Es una luz, además de aquella noche.

    Ella es una amiga y es una maldición,
    es un grito silencioso,
    es un raspón en la garganta,
    es contarle un secreto,
    y esconderle otro más.

    Alguien es el viento entre nosotros,
    y temo saber la parada de esos, sus ojos.
    Como un paseo para calentarle,
    como un cigarrillo por acabarse,
    ella duerme junto, y se termina la noche.

    Y es que la quiero, y de verdad.
    Es un aroma, un lugar y una sonrisa.
    Y me termino desgastando,
    y ella es una maldición,
    y ella es una amiga.

    La vida que viví,
    mi soledad, la luna y sus canciones.
    Y el morir por querer estar con ella.
    Es una súplica, y un número odiado.

    Pero a pesar de ser yo, así como soy.
    Y ella ser la vela del barco,
    que siempre zarpa hacia mi puerto,
    aunque no sea por mí.
    Le dedico una noche más,
    un trago, un cigarrillo y mis cenizas.

    Para la hija del sol que me atropella cada vez que quiere.
     
    #1

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