Algo de no querer y querer en un domingo tibio y no tibio

Desoladora gracia la mía de quererte,
de tomar fuego en tus lagos ojos,
de contener la respiración aún cuando el sueño se vuelve infinito, laxo, ceremonial.
Desoladora gracia de intentar purificar el alma y ser bueno
cuando ya he sido miseria, angustia,
un buitre carroñero capaz de culpar al sol de no ser luna, a la luna de no ser sol.

Horrible es el cuerpo que me visita en tu ausencia.
No me derrumba. Es furia y es caos,
es celosa de vos y pertenece a una jauría
que es solo una jauría mas.
No voy a pedir que me duelas por dentro otra vez,
no, si me lastimas quiero ver un baño de sangre,
quedar colgado del techo, no se,
ser un cuadro de masa encefálica en la pared.

Los domingos, cuando me miro el ombligo brotar
y tengo tiempo para horrorizar cicatrices
es que maldigo hasta a los expulsados del paraíso...
tu sonrisa esquiva, el "no" en tus labios es una expiación mayor.

Desoladora gracia la mía de quererte,
de querer entibiar tus penas,
de acompañarte como lo hacen las golondrinas
cuando se escapan a ninguna parte...

 

Interesante versar y grata lectura abcd. Saludos,

 

Versos fuertes como el Vodka ruso. Mucho alcohol.

 

Emociones que desbordan en la intensidad de tus versos querido amigo...
Un gusto volver a leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Bellísima esta entibiada melancolía. Saludos cordiales.