Alice in Wonderunderground

Alice in Wonder Underground​

La vida discurre letárgica,​

y testigo de ello son mis​

lágrimas marchitas.​

La risa ha abandonado​

mis labios finos y rosados,​

siendo sustituida por un​

rictus amargo y exacerbado.​

Mi negro corazón aún palpita,​

mas pareciera un remedo​

denostado y misérrimo de la​

vida que en la primavera​

de mi juventud contenía.​

Poetisa taciturna y mordaz soy yo.​

El dolor rehúyo y execro, aun cuando​

siempre acude a mi ventana de nuevo.​

Como un amante solícito que requiriese​

mis favores entre suspiros cautivadores,​

tan esclavo como preso de un fervor apasionado.​

Estúpida y ciega le abro mis puertas,​

ya que necesito algo que decir.​

Alguna musa o dios pagano al que venerar.​

Alguien a quien baladas tristes poder,​

a la luz mortecina de los astros,​

concebir y recitar.​

Siempre detrás de la estela​

de imposibles intocables.​

Vanas esperanzas y​

fantasmas pálidos y espectrales,​

que no son otra cosa que​

mi propio reflejo.​

Siempre mi propio reflejo.​

Escrutándome, impasible,​

desde la empañada superficie​

de la otra cara del espejo.





​

 

Vuelvo a quedar atrapada en la lectura. Agradezco la fortuna de volver a encontrarme con tus versos. Es todo un placer leerte, Sira.

Un gran beso.

 

Primera vez que te leo amiga, me encanto tu obra, te felicito. Recibe mis saludos

 

El placer es mutuo, Lluvia. Me reafirmo en mi opinión acerca de la calidad de tus propias creaciones, y puedo asegurarte que las releo a menudo. No sólo eres prolífica, sino que cuentas con versos maduros, pulidos y sentidos. Por ese motivo y otros tantos son un placer, en el sentido pleno de la palabra.

Como siempre, gracias por todo. Un besazo.

 

Gracias, Cesar. Te saludo a mi vez, esperando que podamos compartir muchos versos más.