Amanece en soledad

Ya la noche su sueño vago cesa.

En el ágata azul una ambarina

luz de oriente destella diamantina,

es voz, es ojo, es mano que regresa.


Silencia esa absoluta nota impresa

que en el lamento la pianola afina,

entre el rocío esconderá la espina

la franca rosa, el ave al alba expresa.


En el carro dorado cruza sólo

la cúpula del hombro del atlante

dibuja con su lanza desafiante

la línea de horizonte el Dios Apolo.


La soledad persiste, a mí me nombra

nada tiene que ver la aciaga sombra.
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Es el tipo de fuente que más me cuesta leer pero su contenido es de los que más disfruto. Un saludo, Crisantemo.

 

Ja ja. Te la cambio, no me cuesta nada, a los lectores como tú, toda atención es poca. Un saludo

 

Sí, son instantes tan solo pero perduran en la memoria. Muchas gracias por añadir matices con tu comentario. Un saludo.

 

Rezuman lirismo esas imágenes.
Saludos.

 

Hermosos los colores de tu verso. Un gusto leerte.

 

Es un imaginario que me gusta y me recreo. Un saludo

 

Muchas gracias Luciana, celebro que te haya gustado. Saludos.

 

Ay muchas gracias Libélula eres muy amable, celebro que te guste. Un saludo cordial.