Amanece

He abierto los ojos y veo el horizonte
porque estaban tapados por una venda enorme.
Estoy cansado de ver la vida negro oscuro
de ser yo, quien se esconde del mundo.

Ahora todo es gris y consigo encontrar algo
pero solo puedo tocarlo a través de un velo blanco.
Cansado de ser yo, quien nubla mi visión
visitando esos recuerdos, plagados de dolor.

Recuerdo ese sótano donde me vi alejado,
solo e inservible, de quejas cansado.
¡No sabes hacer nada! ¡Haz esto!, ¡lo otro!
Un grito, un golpe y un corazón roto.

Recuerdo mi mente, en una esquina derrotada
hablando con mi interior, y no servía para nada.
Estaba sola y triste, para ella ya nada existía
yo le di mi ánimo y fuerza, le apoyé cada día.

Al final lo logramos, encontramos la salida
estaba delante nuestra, esperando la embestida.
Tenía apellidos y nombre, eran cruel y realidad
y siempre deja su firma a la hora de la verdad.

En verdad no fue fácil, me sumí en las tinieblas,
recordé todo lo que un día tiré por la escalera.
Lágrimas cayendo poco a poco como el tiempo,
temiendo que me ahogara antes de alcanzar el cielo.


Amanece tras una larga noche en oscuridad y silencio,
ahora escucho mil voces que gritan en mis sueños,
son ángeles con caras colgadas con dagas,
vuelan conmigo y mi sufrimiento se apaga.


Se enciende mi optimismo y cambia mi visión,
se aclara la realidad y me despido de mi prisión.
Soy libre para expresar mil palabras que siento
y prisionero de las palabras que salen por mis dedos.

El futuro es un sueño y el presente es un día,
presenté batalla al tiempo y olvidé el salvavidas.
Por eso ahora sueño con conocer el mundo entero,
para saber lo que me espera y llegar a la meta a tiempo.

Cuento cuantas veces me hice daño y cuento
tantos cuentos como encuentro en mi pasado,
pasando páginas rajadas, cansadas de días amargos
y márgenes llenos de notas cuentan cada fallo.

Ahora soy dueño de esta historia interminable,
porque sé que cuando yo termine, la seguirá alguien.
Por eso te doy dos consejos, uno no cree en cuentos
y el otro descúbrelo tú, está bajo estos versos.

Intento olvidar que existo, para recordar que pienso
y exiliarme de esta isla rodeada de un mar inmenso.
Si hoy es mi último día, quiero volver a creer en mí,
creer que pase lo que pase, la vida no acaba aquí.

En mi historia queda lugar para las princesas
la mía se llama pluma y con carmín de tinta me besa.
Hoy escribimos juntos recordando aquellos instantes
en que ríos transparentes manchaban nuestro paisaje

Seguimos escribiendo pese al riesgo de este viaje,
viajamos sin brújala aguantando el viento con coraje.
Con lluvia lloramos para camuflar lágrimas de esperanza
y sudamos para demostrar que se puede inclinar la balanza

Quiero dejar de ser esclavo de este mundo egoísta,
me clavan en su cruz y a falta de clavos usan mentiras.
Piso claveles blancos que lloran sangre entre risas,
y sombras me tiran rosas con clavos en vez de espinas.

Hoy el mundo se ha callado a nueve años del dos mil
doy el primer paso gracias a un cayado con forma de I.
Vuelvo a oír a pájaros cantándole al crepúsculo
y ahora me siento sin miedo a caer en sótano alguno.


Amanece tras una larga noche en oscuridad y silencio,
ahora escucho mil voces que gritan en mis sueños,
son ángeles con caras colgadas con dagas,
vuelan conmigo y mi sufrimiento se apaga.


José Daniel Ríos





Bueno, no es exactamente una "poesía", pero para mí, la poesía no siempre es algo estructurado y definido. A veces es un fluir de sentimientos, caóticos a veces, que dan lugar a belleza en forma de palabras.

Es mi primera obra, hecha para ser cantada.