Amanece

En este jardín sobrevive la plegaria.
Flores de agua, desechas por el eco de la noche.
Música improvisada de rama en rama,
canta el árbol su melodía con la partitura de la brisa.
Gotas de plata sobre las primeras hojas de otoño.
Despiertan los pájaros, trinos en el bosque;
nada perturba el éxtasis de la vida.
Renace el sol de su sueño amoroso, tibios rayos,
fuego sagrado, doradas nubes en silencio.

Soy el solitario bendito testigo,
ojo perdido del mundo, arrodillado sobre la tierra.
Vestido de rey, agradezco a los cielos.
Paisaje sagrado. He visto el manto de Dios.

 

Que hermoso amanecer.
instante en donde la vida se renueva, donde todo rodea el silencio maravilloso, donde los aromas son tan intensos... me he transportado al sendero que suelo recorrer por las mañanas y me parece que esta poesía esta pintada para él.
En verdad quien contempla las maravillas del creador esta viéndolo a él.
Abrazos .
Ana.

 

A veces la natura nos pega de tal forma que nos sabemos bendecidos por estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, en el tiempo propicio para la iluminación. Cómo negar la existencia de Dios, o de un dios, o de algo que sea superior a nosotros cuando ante nuestros ojos se impone semejante nivel de inspiración. Saludos.