Amar hasta no poder!

Ella no es nada. Ni entidad ni ser.
No subyace de la causa ni es sustancia.
Simplemente causa la esencia del verbo y la vida,
a su imagen y semejanza.


Cada tiempo verbal y vivencia
en los que conjugue los anhelos
que atosigaron mi noción
me estanco en el indicativo e subjuntivo


Para mi, lo es todo y también nada.
Puede ser la Diosa de mi templo.
Pero al alabarla demasiado como divinidad,
la existencia sería abrumante hasta ser steo


No se como adornar ni moldear sus virtudes
ni tampoco deleitarle mis inquietudes.
Pero puedo confesar en tan solo un suspiro
la tormenta que me provoca con sus latidos