Amazona mirando su reflejo en el río.

La selva en la que vivo está parcheada,
deforestada.
El hombre hinca sus garras de acero
sobre la piel del bosque.

La selva en la que vivo
es una mina abierta,
un pozo de petróleo,
un río de alquitrán
atravesando el monte,
un solar por edificar,
una cantera.

La selva en la que vivo
se erige así,
resiste
gigante,
mayestática,
montaña
cumbre
coronada por más
de mil trinos distintos
que sólo tienen voz
en esta piel del mundo.

/Si la Tierra es mujer,
esta selva es su sexo./

La selva que recorro cada día
es a la vez un paraíso herido,
saqueado y violado

y un gigante de árboles y barro
insurrecto, intocable,
desafiando al ruido
de todas las metrópolis.

/Si mi sexo está aún vivo
está hecho de esta selva./

Es por esto que las amazonas
nos nombramos desde estas montañas
y su río:

Pasear por las venas abiertas de esta América
es pasear por dentro
del corazón
de una.

 

L

 

Muchas gracias por tus palabras, ibag