América, como si fueras frágil.-

AMÉRICA, COMO SI FUERAS FRÁGIL
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De un cabo al otro
En todos tus rincones
Eres como gracia
Como gacela blanca
Como débil, vulnerable
Digna de cuidados
De atenciones urgentes
Como una frágil mujer
Perfecta y natural
Óptima
Consumada
Pero en ti habitan pájaros
Aves de toda clase
Familias de aves
Llenas, repletas de colores
Que inundan el viento y los árboles
El verdor de los bosques seculares
Humedecidos desde los siglos
Y donde quiera haya hojas
Grama, pasto, semillas
Gusanos y agua
Y esas aves eléctricas
Saturan esos lugares
Los revientan
Con gritos
Como de niñas pequeñas
Impregnan sus aires
Como si fuera anfiteatro de ópera
Como teatro de dramas
Pero no hay drama
En ningún lugar
En ningún rincón
Para nuestros ojos en éxtasis
Absolutamente ningún drama
Solo de los pequeños pechos plumosos
O peludos,
Escondidos
Quienes han perdido algún pichón
O algún cachorro insignificante
Lugares célicos
Para nuestros ojos en éxtasis
Como salón de comedias
Mas, es imposible el reír
Por alguna torpeza
De algún ser natural
Si no,
Reír celeste, verde, cantor
Como los hilos y torrentes de aguas
Copiando hilos o corrientes de aguas
Salmodiando hilos o corrientes de aguas
De pasión divinal
Nadan además en tus contornos
Seres mansos y fieros
Escurridizos
Y eternamente húmedos
Sumidos y dormidos
En lágrimas eternas
Saladas y azules
Verdes y oscuras
Por eso
Eres envidia del arte
De oraciones y rezos
En ti habitan también
Joyas, perlas.
Metales preciosos
Tesoros escondidos
Enterrados en desiertos
En montañas y selvas
En tundras y estepas
En istmos y precipicios
En islas brumosas y gélidas
Debajo de glaciares milenarios
Blancos, lentos, dormidos
En ti hay llovizna
Llovizna suave meridiana
Agua, ternura de los cielos
En el sereno
Y lluvia torrencial
Con cielo plomo de piedra
De pedernal duro
Como se pone el cielo
Cuando reza un pecador
Cuando ora un delincuente
Cuando clama un prevaricador
Cuando ayuna un homicida
Cuando un mentiroso
Hace voto sagrado
Sin dejar de pecar
De delinquir
De prevaricar
De matar
Y de mentir
Y la nieve canta silente
Y silenciadora
En el frio y las alturas
Sonando apetitosa
Como leche pulverizada
Si la pisas tú
Eres tul
Cuando el sol se duerme
En su lecho
Mullido de estrellas
Escondido
Oculto
Furtivo a nuestros ojos
Eres noche de alimañas
De felinos
Alimañas salvajes
Hechas de hechizos como eternos
Con barrotes tan gruesos
Con candados tan insistentes
Y campean estas alimañas
En un festín como avergonzante
Digno del Diablo
Del más asqueroso enemigo
Que pudiera existir
Tales son tus pasiones
Como abismos
De equivocaciones
Las que te despiertan esas drogas
Peludas o plumosas
Esos conjuros
Esos artilugios como sellados
Como rematados de cadenas
Moliendo y triturando con los colmillos
Más marfílicos y puntiagudos
Que se pudieran crear
Y soltando los aullidos
Más salvajes y profanos
Que pudieran sonar
Hermosos, hermosísimos
Con la presa en sus garras
Animales
Forrados de pieles
Y de lunas y de soles
Y de aguas y de nieves
Que buscan solitarios
Con colmillos asesinos
Su sustento
Su alimento
Animales que devoran
Porque tienen hambre
Y beben agua roja
Agua viva
Que de los interiores
Mana y corre como ríos
Porque tienen sed
O bien piden
A sus amos
A sus tutores
A sus domeñadores
Y conquistadores
Que no saben también
Otra cosa que hacer
Que perdonar su animalidad
Lejana a la asepsia
Y a las buenas costumbres.
Eso eres América.
Pero sin embargo
En verdad
Eres grama de esperanza
Y de certeza perenne
Eres árbol frutal
De frutas deliciosas
Deleitosas
Eres floresta viva
Eres arco de bruma y sol
Que presuntuoso aparece
Y nos dice siempre
Que una lluvia
Que inunda con tristezas
O alegrías oscuras
Grises, opacas
Pero vívidas
Ya acabó
Que ya dejaron
De llorar los astros
Que fue hallada ya la joya
Entre matorrales y selvas
Entre cantos tribales
Entre agua grande y dulce
Que fue encontrado
El preciado tesoro
Extraviado dolorosamente
Entre incertidumbres
Entre dudas quemantes
Entre ansiedades vitales
Apologizando
Bases,
Fundamentos
Principios vivenciales
Estructuras resistentes
Esqueletos urgentes
Inexorables verdades trascendentes
Verdaderos motores sociales,
Intelectuales
Eximia cultura
Ciencia exquisita
Élite, altura
Por tal motivo
Proyectas
De manera increíble
Inefable dicotomía
Es decir
Suavidad de seda
Quimera vívida
Intangibilidad preciosa
Fantasma de perlas
Incapacidad que subyuga
Inutilidad del campo
Y del mar
Que mueves con tus contornos
Con tu imagen
A los Dioses de esos parajes
Que proyectas, que impresionas
Como inexistencia.
Como gracia cabal
Pero eres la más grande fortaleza
La mayor fuerza sustentadora
El terror cuando suspiras
Entre mares bucólicos
Los más bucólicos
Diatriba de Altos Pastores
Los más altos
Con los cayados más finos
Entre canoas y mojitos
Y puros habaneros
Y te internas con tu vaho
En el corazón de arcilla y selva
Y cuando lloras
E inundas con tu llanto
Las casas que participan
Que comparten contigo tu pena
Y corren contigo y con tu llanto
Hasta llegar al mar
Y cuando convulsan
Tus alegrías internas
Y dejas sin quererlo
Una estela de sangre y destrucción
Que no te inmuta
En lo más mínimo
Nada de esto te inmuta
Absolutamente nada
Pues con alegría fresca
Nos regalas luego
Los aires más prístinos de mañanas
Y las noches más ensoñadoras
Eso eres
Oh América
Por lo tanto,
Nadie se atreva a romper
A profanar
A malograr
A ensuciar y contaminar
Tu materia arcillosa y extensa
Rocosa y cubierta de nieve y hielo
Infinitamente verde
Infinitamente roja
Tanto de viñas, como decía Gabriela
Como de tierras guaraníes
Impregnada de sangre guaraní
Materia arcillosa
Inmensamente sola y seca
Plana y sobrecogedora
Alta y blanca
Caprichosa, dura y rápida
Salvaje, conquistada y conquistadora
De antiguas raudas pistolas
Antiguas eximiamente rápidas pistolas
Rifles sorprendentes
Balas sorpresivas
Perdidas o halladas
De pueblos sumisos
Y particularmente sabios
O pueblos indómitos
Muy indómitos
Demasiado indómitos
Y particularmente taciturnos
Demasiado taciturnos
Como llantos de niñas y niños
Sin padres, sin progenitores
Sin tutores ni escuelas
Sin escuelas, ninguna
Esas escuelas que conoce el europeo
De uniformes impecables
Y de corbatines diversos
Mas ahora
Tus hijos, a los que nadie toca
Ni ningún extraño tirano
Se inmiscuye con ellos
Son inundados del saber
De lo que significa
Ser americanos
Desde el Ártico sin tierra
En esta tierra de Dios
Hasta la Patagonia
Y el polo austral
Por tanto
Nadie se atreva a inundar
Éste paraíso nuevamente
Con guerras asquerosas
Putrefactas
Que engendran estelas eternas
De enconos, odios y menosprecios
De distancias siderales
Entre sentimientos
Con pirañas
Que viven mordiendo y triturando
Sentimientos
Y depredando sentimientos
Porque de esa manera
El sol muere
Porque deja de existir.

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