Amigo mio, mi amigo, te llanto

Fíjate, que triste es hacer lo hecho sin ti,
sin compartir con gente lo que compartimos en soledad.
Que extraño sentimiento,
cuando de improviso
alguien cercano pronuncia sus recuerdos, particulares,
que me hace recordar los nuestros.

Amigo mio, mi amigo,
(te llanto, te sufro)
hoy mis relatos tristes son,
no creas que no cuento contigo, si tan siquiera te olvido!
pues me aferro a ese tiempo constante
el pasado, que pasa cuando ya ha pasado,
mi desahogo está, en otros hombros inexpertos,
que no consiguen (y persiguen!) mi relatar, mi cuento.

Pobre compañero! que haces de cada día,
de mis penas, alegrías,
mis dolencias, ilusiones,
mis historias, palabras que vuelan,
y tu escucha, ¡Ay, de tu escucha!
tu escucha el mayor encanto que aguardas,
tan paciente...! me miras; hablo; sonrio;
impaciente, ahora yo te miro.
Tartamudeo y sonries.

Fíjate, que triste es hacer lo hecho sin ti,
reitero experiencias con sujetos presentes,
comparto con alguien, alguien que pasa,
alguien se para!
esporádico, fugaz, imperceptible,
a la lista vá, del amigo invisible.

Que pena tengo,
que creí confundirte con alguien, y descubrí,
que para mi, eres lo más bonito.

Nunca tires tus virtudes, porque no son inventos,
surgen del corazón, del cual más sincero,
y de mi recibirás apoyo y cariño,
como guerra mi enemigo,
y con este escrito te hago complice,
de más cosas de mi que mias,
que sin tenerlas encuenta
escribiendo me he dado cuenta,
porque pienso en ti cada día,
y mereces palabras de mi,
ya que de ti me llevo,
el recuerdo y la meláncolia
o algo más,
...que hace rima.

 

Muchas gracias por tus palabras,

Si la verdad que se hecha en falta los buenos amigos, se hacen querer más que a uno mismo.
Como dices, creo que llegué a bailar en algún momento, o será que volé?