Amigo

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A Mario
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Estos versos que combino
te aseguro, mi carnal,
que pa' bien o para mal
no crecen bajo de un pino.
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Son a fuerza de rascar
con paciencia mucho el coco,
no suelo hacer como un loco
que rima cerros con mar.
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Yo soy bastante malaje,
pero devoción le pongo
y hoy con ella le dispongo
a un amigo un homenaje.
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En tus letras bien observo
que estas hecho un gran artista,
no hay estrofa que resista
tu gran dominio del verbo.
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Se quedan presas en Babia,
totalmente enajenadas
las almas enamoradas
que encandilas con tu labia.
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Con ella me has seducido,
llegué hasta el séptimo cielo
y he sentido con anhelo
en mi pecho un sarpullido.
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Sigue así, no te detengas,
si tu musa se deslinda
no la dejes que se rinda
y a tu lado la retengas.
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Trátala con gran cariño,
dile que mucho la quieres,
demuéstrale que tú eres,
hombre con alma de niño.
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Ella te dará su fuerza
pues ama la sencillez
y quien sabe si tal vez,
tu sino a favor lo tuerza.
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Y es posible que algún día;
y, mi amigo, no te asombres,
figures tú entre los nombres
del reino de la poesía.​