Amigos con suerte

Fue después de una leyenda
y aún repletos de asombro
con las mochilas al hombro
nos fuimos a la aventura

El viaje se organizó
tras una interrogación
subidos a la ilusión
de descubrir un tesoro

Martín, preguntó si existe…
y entre todos nos miramos
pero no nos animamos
a ninguna aclaración

Al arribar a la plaza
de aquel curioso relato
después de jugar un rato
comenzamos el trabajo

Busca que busca a destajo
de repente lo encontramos
y entre todos las contamos
¡Un trébol de cuatro hojas!​

 

Menuda sorpresa, yo ya me estaba imaginando el cofre del tesoro , jajajaja. muy buen poema de andanzas infantiles. Saludos.

 

Bueno, un trébol de cuatro hojas, ya es bastante jjjjj

 

Así es, un trébol de cuatro hojas creo que fue uno de los más excitantes descubrimientos por aquellos años de la infancia.
Saludos, estimados poetas.

 

¡¡Precioso el poema Feliundo!!. Amigos que buscan y encuentran el mayor de los prodigios: un trebol de 4 hojas.
Un placer leerte
Saludos y Buen Día Poeta

 

Bonito, con esa estructura clásica tan lograda... yo también los busque muchas veces por los prados de mi infancia pero jamás recuerdo haber encontrado uno, aunque si los he visto y no en Internet... ya me hubiera gustado hacerme con uno, dicen que para la buena suerte son infalibles y alguien se debió llevar buena parte de la mía por lo que para compensar el trébol me hubiera venido de maravilla.

Buen e ingenioso poema Feliundo.

Un abrazo.

Jon

 

Gracias, Valen-Tina. Un saludo para ti. Me alegra mucho tu consideración
Estimado, Jon. Te diría que no claudiques en la búsqueda. Sigo, de vez en cuando, revisando matas de tréboles y algún "noble" de 4 hojas aparece. Un abarzo para ti